jueves, 10 de mayo de 2012

Enamorada de un seductor!

A menudo se confunde amor con seducción. Hay gente que posee una extraordinaria 


capacidad de seducir y hacer creer a sus víctimas que las ama. En realidad, los grandes 


seductores no aman a nadie; sólo se aman a sí mismos o, mejor dicho, aman esa habilidad 


de hacer que la gente caiga a sus pies.






¿Cuándo quieres a alguien muchísimo, cuando adoras pasar horas a su lado, cuando sabes que en su compañía eres totalmente tú, cuando disfrutas y añoras su tacto, cuando le deseas en piel y pensamiento, cuando le admiras, cuando le comprendes? ¿Todo eso junto es amor?

¿Cuándo eres incapaz de detenerte, cuando una parte de ti no obedece y la otra se guía como por instinto, cuándo sigues al corazón, eso es amor?

¿Cuándo de la noche a la mañana y sin saber nada de la otra persona te pasas las horas pensándole y sientes que todo está dicho, eso es amor?


¿Cuándo al paso de los días, te descubres feliz y radiante, cuando la vida parece fluir sin apenas planearla, cuando tras mucho tiempo (re)conoces a quién está a tu lado y te encanta, eso es amor?

¿Quién puede saberlo?

En todo caso me queda claro... que hay cosas que son más fuertes que una... y que a veces la única opción es dejar de hacerse preguntas, cerrar los ojos y dejarse llevar... hasta recibir el golpe que te impulse el vuelo, una vez más.

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